Oficinas para la Diputación de A Coruña

Memoria

El solar designado para la construcción del nuevo edificio administrativo para la Diputación de A Coruña comprende un parcela de forma rectangular delimitada por dos medianeras y las calles Archer Milton Huntington y Venezuela, que se cruzan formando un ángulo recto en planta.

Dentro de este entorno, el edificio proyectado pasa a ser un elemento singular dentro del sistema de edificación en manzana cerrada destinada a uso residencial y comercial presente en la zona. El otro edificio público, el Colegio Calvo Sotelo, de titularidad asimismo de la Diputación coruñesa, será una importante referencia. El desnivel existente en el solar sugiere la posibilidad de disponer de un acceso en la cota más alta, lo que permite disponer un semisótano que, junto a la planta baja de ingreso y una entreplanta, disponga el espacio necesario para las zonas de atención al público, cuya dimensión hace inviable concentrarlas exclusivamente en una planta. De esta manera, en planta baja se resuelve el acceso y se busca una especial relación de accesibilidad y vistas entre ésta y las plantas de atención al público mediante el recurso de huecos y dobles alturas que a su vez iluminan naturalmente dichas estancias.

El programa de oficinas se resuelve con una planta libre, y modulación tal, que permite su fácil adaptabilidad a diferentes posiciones de despachos y puestos de trabajo, en función de las necesidades presentes y futuras de la Diputación Provincial. Se mantiene como rígido el núcleo de comunicaciones verticales que, además, agrupa aseos y patinillos de instalaciones. La iluminación y la relación entre las diferentes plantas y con el exterior se produce mediante un juego de pieles transparentes, formada por moldeados de vidrio al exterior y un paño terso de vidrio al interior, con carpintería de acero inoxidable, intentando resolver simultáneamente el aprovechamiento de las condiciones del edificio en cuanto a orientación, topografía y vistas, y considerando la necesaria intimidad requerida por las salas de trabajo y los despachos.

Los materiales que configuran la estructura portante del edifico (hormigón y acero) se exhiben como materiales de acabado o de sustento de la piel exterior. Se pretende que la concisión volumétrica y formal del edificio se manifieste también en el uso de los materiales, conformando el carácter y seña de identidad del edificio con la necesaria abstracción y calidad exigible a un ente público. El cerramiento exterior se realiza con vidrio al que se le superpone una piel de vidrio industrial colocado horizontalmente y formando una cámara con la zona acristalada. La visión nítida del exterior se realiza a través de la esquina en donde desaparece ésta segunda piel de vidrio y se abren visiones diagonales desde cada una de las plantas hacia el exterior, enfocando las vistas hacia el mar.