Cafetería y equipamientos en la playa de Balarés, A Coruña
Cliente
Diputación Provincial de A Coruña.
Ubicación
Playa de Balarés, Ponteceso. A Coruña, España.
Fechas
Proyecto: Mayo 1998 (1ª Fase) - Noviembre 2001 (2ª Fase) | Finalizado: 2000 (1ª Fase) - 2002 (2ª Fase).
Arquitectos
Antonio Raya, Cristóbal Crespo y Carlos Qvintáns.
Directores de obra
Antonio Raya, Cristóbal Crespo, Carlos Qvintáns y Servicios Técnicos de la Diputación Provincial.
Colaboradores
Arquitectos: Santiago Sánchez Iglesias, Enrique Antelo Tudela, José Froján Resúa.
Escultor: Moncho Amigo.
Contratista
Obras Ramón Cotelo S.L.
Superficie construida
232,32 m2.
Fotógrafo
VIER ARQUITECTOS SLP.
Premios
HIGHLY COMMENDED - Project AR+D Awards 2001. Emerging Architecture (The Architectural Review).
OBRA FINALISTA - Premio IBERFAD 2001.
ACCÉSIT - V PREMIO JULIO GALÁN CARVAJAL 2001. Colegios de Arquitectos de Galicia, Asturias y Castilla León.
ACCESIT - 9ª Edición Premio COAG de Arquitectura. Categoría Espacio Público. Colegio de Arquitectos de Galicia. Diciembre 2000.
Publicaciones
AVANCE DE UNA CONTINGENCIA. ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA EN GALICIA. Edita Xunta de Galicia, Consejería de Cultura y Deporte, Centro Gallego de Arte Contemporánea, 2007. ISBN 978-84-453-4519-1. Pág. 293.
ARTISTAS GALLEGOS. ARQUITECTOS. Nova Galicia Edicións, S.L. Carlos del Pulgar Sabín. 2004. ISBN (Tomo) 84-96293-55-6. Págs. 266 - 293.
PREMIS FAD ARQUITECTURA INTERIORISME 2001. Editorial On. Barcelona. 2001. Págs. 46 - 49.
V PREMIO JULIO GALÁN CARVAJAL. COAG, COA Asturias, COACYLE, COAL. 2001. Págs. 28 - 31.
DAU. Debats D´Arquitectura i Urbanisme. Nº 19, espais perifèrics en el medi urbà. Demarcación de Lleida. COA de Cataluña. Primavera 2003. ISSN 1137-8883. Págs. 29 - 31.
ARCHITÉCTI 59. Revista de arquitectura e design. Cascais. Lisboa, julio-septiembre 2002. DGCS 113398. Págs. 52 - 57.
ARCHITECTURE MÉDITERRANÉENNE Nº 57. Revue Semestrielle Internationale D´Architecture. Marseilles, Juin 2002. ISSN 0761-7909. Pág. 33.
ON DISEÑO 223. Publicación sobre el diseño del entorno: arquitectura, interiorismo, arte, diseño industrial y gráfica. Barcelona 2001. ISSN 0210-2080. Págs. 296 - 303.
THE ARCHITECTURAL REVIEW. AR+D: Emerging Architecture, 1258. London, december 2001. ISSN 0003-86IX. Pág. 79.
OBRADOIRO 29. Revista de Arquitectura COAG. Santiago, 2001. ISSN0211-6065. Pág. 69.
COSTES + DATOS 27. Madrid, mayo-junio 2000. ISSN 1136-9132. Págs. 34 - 35.
Catálogo Exposición ARQUITECTURA RECENTE NA COSTA DA MORTE. COAG, A Coruña. Mayo 2003.
Memoria
1ª Fase
El objeto de este proyecto es la construcción de unos servicios para uso de los visitantes a la playa, unas dependencias para la Cruz Roja y un edificio que alberga una cafetería y restaurante.
El proyecto aprovecha una antigua construcción de carga de wólfram que existe en el puerto para colocarse sobre las distintas plataformas que ya existen. Las dependencias destinadas a servicios y Cruz Roja se disponen en el punto más bajo para, de esta forma, consolidar y reformar la plataforma más baja. La cafetería y restaurante se formalizan en un prisma de hormigón con una gran abertura orientada al mar y otras de menos tamaño en los laterales por donde se realiza la entrada. Todos los huecos de este prisma se pueden cerrar y proteger con unas puertas correderas de madera. El prisma dispone de un espacio parcialmente cubierto que conforma un patio al que se abre la cafetería y restaurante.
2ª Fase
El objeto de esta segunda fase es complementar el sistema de servicios ofertado a los usuarios de la Playa de Balarés y su entorno. En la fase anterior se acometió la construcción de unos servicios para uso de los visitantes a la playa, unas dependencias para la Cruz Roja y un edificio que alberga una cafetería y restaurante. Concebido inicialmente como una instalación para uso exclusivo en la estación estival, la áspera climatología, el atractivo entorno natural y las condiciones de gestión y concesión aconsejan prever las condiciones necesarias para garantizar el uso continuado a lo largo de todo el año del restaurante y los aseos, por lo que en esta fase se incorporan elementos y recursos constructivos destinados a tal propósito. Concretamente, un pequeño almacén subterráneo para uso del restaurante en zona adyacente al mismo y con servicio al exterior, y un toldillo para venta de helados en uno de los muros, además de otras pequeñas intervenciones como mamparas para defensa contra el viento, canalizaciones para instalaciones, etc.
Por otra parte, en el momento de la redacción de esta fase coexistían las obras ejecutadas en la primera fase con elementos de mobiliario urbano descontextualizados e incoherentes con el lenguaje arquitectónico y paisajístico empleado en la parte construida. Se pretende resolver esta deficiencia, que afecta gravemente a la calidad ambiental, sustituyendo dichos elementos (duchas, papeleras, etc.) por otros cuya concepción formal y material sea más discreta y acorde con el entorno natural y construido. Así, se emplean pavimentos de madera tratada para su uso en exteriores en caminos y recorridos y elementos prefabricados de hormigón en pavimentos de duchas y defensas en el muelle.
Por último, destacar que ha sido intención prioritaria preservar las extraordinarias condiciones ambientales y naturales del entorno de la Playa de Balarés, al menos en la zona de actuación, por lo que existió una especial preocupación por no saturar el ámbito de elementos extraños al mismo. No obstante, se echababa en falta un elemento escultórico de carácter simbólico que caracterizara la zona, inquietud que se compartió con el escultor coruñés Moncho Amigo. Fruto de sus reflexiones y abierta colaboración con el proyecto, se propuso incluir una pieza de acero inoxidable en el borde del muelle en su encuentro con la roca, un artilugio orientado hacia el mar que evoque los tiempos de la descarga del wólfram, con la estética precisa y rotunda de los ingenios mecánicos de la década de los años 40, y que en su interior albergara el mecanismo más divertido e inocuo que pudiera imaginarse: un gigantesco calidoscopio. Aparte del interés artístico de la obra, es evidente que tanto su calidad como su componente lúdica (es fácil imaginar el brillo del acero al reflejar los rayos de sol en las diferentes horas del día y sus tonalidades) dotarán al entorno de un valor añadido infinitamente superior al del coste material de la pieza expresado en el proyecto.